Si hablamos de los orígenes del black metal en Europa, casi siempre se menciona a Noruega como el epicentro, pero en las sombras de la Europa del Este, hubo bandas que estaban gestando algo igual de oscuro y blasfemo. Y ahí es donde entra Zjevení (1990), el debut de Root, una banda checa que, sin hacer demasiado ruido mediático, se convirtió en una de las agrupaciones más singulares del metal extremo.
Por eso, la crítica especializada no supo muy bien qué hacer con este álbum. En los 90, si no eras de Escandinavia y no usabas corpse paint en todas las fotos promocionales, era difícil que las revistas occidentales de metal te dieran atención. En Europa del Este, donde la censura y las limitaciones económicas afectaban la escena, la distribución fue un problema. Sin embargo, en los círculos más extremos del underground, Root empezó a ganar una base de fans que los veía como los padrinos del black metal eslavo.
Con los años, Zjevení ha sido revalorizado. Hoy, muchos lo consideran una joya oculta del black metal primitivo, aunque también hay quienes lo ven más como un álbum de heavy/black con una vibra muy teatral.
Si hay algo que distingue a Zjevení es su misticismo. Mientras que otras bandas de black metal de la época apostaban por un satanismo caótico y directo, Root tenía una vibra más ritualista, casi chamánica. En lugar de simplemente gritar blasfemias, parecía que estaban invocando algo desde las profundidades de la Tierra.
El álbum está cantado en checo, lo que le da un toque aún más enigmático. Para quienes no hablan el idioma, la voz de Big Boss suena como si estuviera recitando hechizos en una lengua arcana, y aunque no entiendas una sola palabra, sientes que algo oscuro está pasando.
Las letras giran en torno a la mitología, lo oculto y, por supuesto, un anticristianismo que era especialmente arriesgado en un país que aún se recuperaba de la era comunista. No era el típico "hail Satan" que se veía en las bandas noruegas; Root tenía un enfoque más narrativo, como si estuvieran contando una historia de terror medieval.
Musicalmente, Zjevení no es el típico black metal escandinavo. Se nota que Root venía de una escuela más clásica, con influencias de bandas como Bathory, Venom e incluso algo de Black Sabbath. Aquí no hay blast beats incontrolables ni producción ultra lo-fi. Es un disco con una base más heavy y doom, pero con la crudeza del black metal naciente.
Si bien hoy en día hablar de satanismo en el metal no es nada nuevo, en 1990 la cosa era diferente, especialmente en Europa del Este, donde los cambios políticos aún estaban frescos y la religión volvía a ganar influencia tras la caída del comunismo.
Zjevení es un álbum que se adelantó a su tiempo en muchos aspectos. No es el típico disco de black metal de la época, y tal vez por eso no recibió el mismo nivel de atención que otros lanzamientos de 1990. Sin embargo, con los años ha demostrado ser una pieza clave en la historia del metal extremo, especialmente dentro de la escena de Europa del Este.
Si eres fan del black metal más primitivo pero con una vibra mística y teatral, este disco es una joya que vale la pena descubrir. No esperes una producción caótica ni un ataque sónico incesante; esto es más bien una invocación oscura, hecha con la precisión de alguien que sabe exactamente lo que está llamando desde el otro lado.
Root pudo haber sido más grande si hubieran nacido en Noruega o Suecia, pero su legado es innegable. Zjevení es la prueba de que el black metal no tiene una sola forma de manifestarse, y que, en las sombras de la historia, siempre hay discos esperando a ser descubiertos.